Dejando de lado las
expectativas y el papel de juez del cual, irónicamente, a veces no tenemos
ninguna culpa de haber asumido y muchas otras no nos damos cuenta que lo
interpretamos, nos invito a darle la bienvenida al sentirnos lindas, el
sentirse linda es el simple reflejo del respeto y amor propio, la actitud para
con los demás y vos misma. Contrariando aquel concepto en el que sentirse bella
tiene que ver con una idea idílica , estilo princesa Disney, Barbie o modelo.
Donde lo que en realidad, siendo comprobado por mí misma, es una actitud
manifestante de nuestro sentir con nosotras. Muy simple decirlo, qué difícil es
sentirlo y mantenerlo. Todos queremos sentirnos lindos, sentirnos aceptados,
sentirnos en forma, pero sobre todo aquello: queremos que nos vean lindos, que
nos vean y nos acepten, y que nos vean en forma. Es allí y solo allí cuando nos
daremos aprobación. No nos acostumbramos a la belleza, no nos acostumbramos a
los cumplidos… nos intimida.
Nos intimida porque
no nos sentimos idóneos para tal adjetivo.
Porque de pronto nos halagan y nuestra respuesta es de sorpresa, porque de pronto nos miran y tenemos la cabeza gacha, pero aquí radica el problema: de pronto seremos amadas y no sabremos aceptar tal emoción porque ¿qué es el amor de un tercero más que algo irreal y no correspondido, cuando no podemos conseguir el propio?
Little F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario